Diez Pasos para Ganar la Batalla Espiritual

1. Arrepentimiento: 

"Si de todo vuestro corazón os volvéis a Jehová" (1 Samuel 7:3).

Primero se necesita un volver a Dios en arrepentimiento. Si ha estado lejos del Señor, si ha sido tibio, ¡arrepiéntase! Cuando Pedro dio su primer mensaje después del Pentecostés, la gente se compungió de corazón y preguntó, "¿Qué haremos?" Pedro contestó:

"Arrepentíos, y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamaré." Hechos 2:38-39

Entonces, el arrepentimiento es muy importante. Tiene que decidir con su voluntad y corazón: Yo sí, rechazaré el pecado, oraré, leeré la Biblia, y me uniré a otros creyentes." Tiene que así utilizar su voluntad para poder tener ministerio alguno. Sabemos que nuestro destino final es el Cielo, Jesús ganó la batalla espiritual contra el diablo, y así podemos pelear la batalla contra los espíritus inmundos de este mundo.

2. Fruto de Arrepentimiento: 

"Quitad los dioses ajenos y a Astarot de entre vosotros," (1 Samuel 7:3).

Tiene que dar fruto de su arrepentimiento dando la espalda a las cosas de su antigua vida; dejar de leer el horóscopo, libros llenos de sexo, ver cines o videos que contienen pornografía. ¿Está listo a botar ese amuleto valioso de oro que un ser querido le dio?

Quiero compartir sobre una experiencia con un amuleto. Yo estaba ministrando en las Islas Vírgenes y un joven pasó adelante para recibir oración. Alrededor de la nuca tenía un cuerno torcido de oro. Se llama el cuerno o cacho italiano y se usa para proteger contra "el mal de ojo." También se ha usado para buscar fertilidad o buena suerte. Le dije al joven, "No puedo orar por usted mientras tiene ese amuleto, porque el diablo tiene derecho legal en la persona que usa su signo. ¿Lo quiere quitar?" Se lo quitó y lo mantuvo en la mano. Estaba al lado de una ventana que miraba hacia un puerto. Le dije, "Hermano, ¿a cuál ama más, a Jesús o su amuleto, a Jesús o al diablo?" Él pensó un momento y sentí la batalla en su mente. Al fin, tiró el amuleto por la ventana al agua. Le dije, "Hermano, la salvación ya ha venido a su corazón, y el Señor le dará el deseo de su corazón. ¿Qué es lo que quiere que Dios le dé?" Él contestó que tenía una necesidad financiera. Minutos antes, había tirado un objeto de oro. Creo que Dios, sí, le dio lo que pidió. Familia, tenemos que abandonar los dioses de este mundo.

3. Renovar la mente: 

“Preparad vuestro corazón a Jehová, y solo a Él servid, "(1 Samuel 7:3).

El significado de este paso explica Pablo en Romanos 12:1-2:

"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."

No es solamente cuestión de morir a la antigua naturaleza, sino que también necesitamos renovar nuestra mente. Tenemos que dejar de pensar como lo hacíamos antes, para poder servir al Señor. Esto no ocurre de la noche a la mañana. Es un proceso gradual de cambiar los hábitos de hablar y de hacer las cosas.

Conocí un hombre que tenía un vocabulario soez, y usaba mucho el nombre de Jesús en forma profana. Le saludé un día y le dije, "Me alegro tanto que conoce a mi amigo." El preguntó, "¿Cuál amigo?" Le contesté, "Mi amigo Jesús, que también es mi Señor y Salvador. Debe ser que Le conoce muy bien, porque siempre tiene Su nombre en su boca." Por supuesto, este hombre corrigió su forma de hablar desde ese día. ¡Alabado sea el Señor! Necesitamos pararnos firme y ser testimonio para el Señor Jesús. Esto también es una renovación de la mente y un abrir el corazón a Él.

4. Liberación: 

"Y os librará de la mano de los filisteos,"

(1 Samuel 7:3). Aquí Dios nos promete librarnos de la mano de los espíritus demoniacos. Una de mis citas favoritas es el Salmo 91:14-16:

"Por cuanto en Mí ha puesto su amor, Yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido Mi nombre. Me invocará, y Yo le responderé; con él estaré Yo en la angustia, lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré Mi salvación."

¡Qué hermosa promesa, verdad! Dios cumplirá Su Palabra. Si usted tiene un problema y ha orado, ayunado, ha hecho todo lo que está a su alcance para tener victoria, pero el problema persiste, busque liberación, especialmente si ha estado alguna vez en el ocultismo, la droga, el aborto, o la lujuria. Estas cosas pueden darle temor, depresión, tormento mental, y aun pensamientos de suicidio. Para ganar la batalla espiritual, necesita recibir liberación. El echar fuera demonios también es un mandamiento del Señor Jesús al creyente.

"Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia." Mateo 10:7-8

Es un mandato del Señor Jesucristo. Jesús nunca hizo sugerencias, porque cada palabra que El habló era un mandato para obedecer. Él dijo en Marcos 16:17-18, "Y estas señales seguirán a los que creen: En Mi nombre echarán fuera demonios: hablarán nuevas lenguas... sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."

Observemos que la primera señal del creyente es el echar fuera demonios. Si usted es creyente y no está echando fuera demonios, algo pasa. La segunda señal e hablar en nuevas lenguas, que acompaña el bautismo en el Espíritu Santo, y otra señal es poner manos sobre los enfermos, que permite la  sanidad como don del Espíritu Santo.

5. Obediencia: 

"Entonces los hijos de Israel quitaron los baales y a Astarot, y sirvieron sólo a Jehová," (1 Samuel 7:4).

Ellos obedecieron el mandamiento de Samuel, y esto es lo que Dios pide de nosotros: obedecer explícitamente Su Palabra. Dios dice en Jeremías 7:23, "Más esto les mandé, diciendo: Escuchad Mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros Me seréis por pueblo: y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. "

6. Acuerdo y Compromiso: 

"Y Samuel dijo: Reunid a todo Israel en Mizpa, y yo oraré por vosotros a Jehová. Y se reunieron en Mizpa, y sacaron agua y la derramaron delante de Jehová, "(1 Samuel 7:5-6).

La gente se reunió en un solo lugar y estuvieron de acuerdo. Hermano, hermana, usted necesita saber donde puede pertenecer. Necesita tener una confirmación en su corazón de pertenecer a una familia específica, donde puede decirse, "Aquí es donde debo estar, y no iré a otra parte. Aquí adoraré, serviré al Señor, y alcanzaré mi potencial.

Aquí es donde el pastor orará por mí, y podré orar por otros." Dice que la gente sacó agua y que la derramó delante del Señor. Esto significa lágrimas de arrepentimiento.

Cuando conocí al Señor, en un retiro en el Christian Retreat Camp en el Lago Fresas (Strawberry), del estado de Minnesota, EE.UU., en julio de 1967, Dios me despertó de un sueño profundo, y me mostró todos los pecados que yo había cometido. Lloré hasta que el piso estaba mojado con mis lágrimas. Yo saqué agua y la derramé delante del Señor.

7. Ayuno y Oración: 

"Y ayunaron aquel día, y dijeron allí: Contra Jehová hemos pecado. Y juzgó Samuel a los hijos de Israel en Mizpa," (1 Samuel 7:6).

A veces, tenemos que ayunar, en nuestra lucha contra el enemigo. Algunos demonios salen solo con ayuno y oración. En Marcos 9:17-29, cuando Jesús volvió del monte de la transfiguración con Pedro, Jacobo y Juan encontró a los discípulos tratando de ministrar liberación a un niño epiléptico. Cuando Jesús habló al padre del muchacho sobre su fe, el hombre contestó, "Creo; ayuda mi incredulidad." Después, Jesús echó fuera el espíritu mudo y sordo, y el muchacho fue sanado. Más tarde, los discípulos preguntaron a Jesús por qué no pudieron ellos echar fuera el demonio. Él les contestó que ese género sólo salía con ayuno y oración. Entonces, familia, tenemos que estar listos para batallar espiritualmente por medio del ayuno y oración. Si usted tiene un problema que no puede vencer, es posible que debe orar y ayunar.

Algunos quieren que el pastor lo haga todo. Cuando las personas vienen para recibir liberación, les pido que se alisten por medio de la oración y el ayuno. Después, les digo que tienen que ser completamente honestos, cuando les pregunto sobre sus relaciones personales íntimas.

Sobre todo, no deben señalar a su esposo o esposa. Como dice el himno, necesitan tener la actitud, "Soy yo, Señor, soy yo, que tiene necesidad de oración."

8. Guerra Espiritual: 

"Cuando oyeron los filisteos que los hijos de Israel estaban reunidos en Mizpa, subieron los príncipes de los filisteos contra Israel; y al oír esto los hijos de Israel, tuvieron temor de los filisteos. Entonces

dijeron los hijos de Israel a Samuel: No ceses de clamar por nosotros a Jehová nuestro Dios, para que nos guarde de la mano de los filisteos," (1 Samuel 7:7-8).

Cuando el diablo sabe que hay una campaña en acción contra él, envía su ejército a la batalla. Cuando mi esposa y yo estuvimos en Italia hace algunos años, ministramos a una niña tan llena de demonios que cayó al suelo, retorciéndose como una culebra. Cuando ordené salir de ella los demonios de hechicería y de serpientes, los espíritus hablaron y dijeron: "Marzullo, te hemos estado esperando, y no puedes ganar esta batalla. Tenemos una reunión de oración contra ti desde Sicilia hasta Milán." Al principio, no pudimos sacar al hombre fuerte, porque no habíamos orado y ayunado por esa reunión. Sin embargo, al fin ella declaró a Jesucristo como su Señor y Salvador. Más tarde, supimos que sus padres estaban fuertemente involucrados en la hechicería. Los brujos, sí, oran y ayunan a su dios, y tienen reuniones de oración contra los cristianos.

Cuando los líderes de los filisteos supieron que los hijos de Israel se preparaban, empezaron a atacar. El diablo hace lo mismo. Por eso, cuando alguien sale a la obra misionera, especialmente si va a ministrar en el área de la liberación, es tan importante respaldarle con mucha oración y hacer batalla espiritual por medio de la intercesión.

Los hijos de Israel fueron a su pastor, Samuel, y dijeron, "Samuel, no deje de orar por nosotros." Yo hago lo mismo cuando voy a un viaje misionero. El pastor de mi iglesia me llama delante de la congregación y todos oran por mí. Algunos oran por mí todos los días. Cuando el diablo sabe que yo voy a salir a ministrar, quiere atacar, pero sé que mayor es El que está en mí que el que está en el mundo. Sé que soy más que vencedor por medio de Jesucristo que mora en mí (1 Juan 4:4, Romanos 8:37). Mi versículo favorito de guerra espiritual es Isaías 54:17:

"Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de Mí vendrá, dijo Jehová.

9. Adoración: 

"Y Samuel tomó un cordero de leche y lo sacrificó entero en holocausto a Jehová; y clamó Samuel a Jehová por Israel, y Jehová le oyó, " (1 Samuel 7:9).

¿Por qué oyó el Señor a Samuel? Porque Samuel era justo delante del Señor. A veces, sólo se necesita un solo 138 Estrategias Bíblicas para la destrucción del reino de Satanás hombre para que el Señor oiga y actúe. Santiago 5:16 dice "La oración eficaz del justo puede mucho." Samuel adoró a Dios, ofreciéndole un sacrificio.

Usted ofrece su cuerpo en sacrificio vivo al Señor cuando muere al yo. También le ofrece fruto de labios como sacrificio de alabanza a Dios (Hebreos 13:15), adorando al Señor, alabándole, arrodillándose delante de Él, postrándose rostro en tierra, reconociéndole como su Señor. La adoración y la alabanza al Señor son armas poderosas para pelear contra el enemigo. Eso vemos en el

Salmo 149:5-9:

"Regocíjense los santos por Su gloria, y canten aun sobre sus camas. Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado; gloria será esto para todos Sus santos." Los demonios odian las alabanzas que los santos ofrecen a Dios, y huyen.

10. Recordar que la batalla pertenece al Señor:

"Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel, "(1 Samuel 7:10).

¿Qué es lo que pasó aquí? Hubo guerra en las regiones celestes. Mientras Dios obra allí, los hijos de Israel persiguieron a los filisteos, y los echó hasta abajo de Bet-car. ¿Cómo consiguió Israel su victoria? Empezó con oración y ayuno y a esto añadió la alabanza y la adoración.

Si no oramos, Dios no enviará Sus ángeles a batallar en las regiones celestes. Es verdad que la batalla es del Señor, pero Él espera que nos unamos a Él en esa batalla. Nos quiere utilizar para vencer al enemigo (Efesios 3:10).

Los hijos de Israel se involucraron en la batalla y persiguieron al enemigo hasta vencerlo. Nosotros también tenemos que pelear contra el enemigo hasta conseguir la victoria final. Tenemos que echar fuera demonios en Su Nombre. Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová." 1 Samuel 7:12

Eben-ezer quiere decir "piedra de ayuda." ¿Puede usted recordar quien es la roca de ayuda? Jesús es nuestra Roca. Él es nuestro Ayudador, el único mediador entre Dios y el hombre. Él es nuestro Amigo en tiempo de necesidad. "Así fueron sometidos los filisteos, y no volvieron más a entrar en el territorio de Israel; y la mano de Jehová estuvo contra los filisteos todos los días de Samuel." 1 Samuel 7:13

¿Cómo se consiguió esta victoria? Es que Samuel era un hombre recto, también sabía pelear la batalla espiritual y la oración eficaz del justo puede mucho. Gálatas 5:16 nos dice que si andamos en el Espíritu, no satisfaremos los deseos de la carne. Recuerde los dos principios: nunca estarán derrotados a menos que lo esté en el alma, y si sirve al Señor con todo su corazón, y a ningún 140 Estrategias Bíblicas para la destrucción del reino de Satanás otro dios, tendrá victoria perpetua e inmunidad del juicio de Dios.

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